jueves, 21 de febrero de 2008

Lucha libre y personal

( ♪ Anything new, Digitalism ♪ )




En medio del alboroto, de la discusión, del patio de colegio, de la plaza de mercado…en el que se han convertido algunas conversaciones, pensamientos, emociones…de estos últimos meses; sinceramente en el mejor de los sentidos; diversidad, intercambio, intensidad, ritmo, vida, lágrimas, sudor…

A todos con los que he tenido el placer de charlar. A todos con los que podría aunque no se haya dado.

Me gustaría pedir silencio. Subirme a un cajón. O a un coche. Repartir pistolas cargadas y bombas. Exponerme, como Bhutto, porque se trata también de una lucha, aunque mucho más cobarde, indefinida y virtual. Pero me permito contrastarnos, pues hay un hilo conector. Con todo el respeto a alguien mucho más valiente, definido, muerto y real que yo.

Dejar muy claro que no estoy proponiendo alternativa. No de momento. Pero confío en ello a medio plazo. La lucha se está librando.

Decir que mi postura actual es fácil y dificil. Cruda, bonita y fácil de joven. Cruda, bonita y dificil de mayor. Y que no es más peligrosa que no encomendar esto a nadie. Que dejar que todo fluya sin nadie que lo cuestione a nivel atómico.

Que sólo estoy criticando. Comprendiendo. Detectando. Descifrando. Y no solucionando.

Que no estoy apostando. Que no estoy arriesgando.

Que no hay fin. Sólo proceso. Devenir. Aunque en el transcurso de éste soñemos, comencemos, vivamos, acabemos, recordemos…nuestros triunfos y nuestros fracasos. Las pequeñas vidas que contiene nuestra vida.

Que la norma no es que no haya norma. Sino que no se puede precisar. Se intuye. Y se es consciente del acierto. Pero en silencio. Interiormente. Sin posibilidad de acuerdo real con otros seres vivos. Y esa es la única duda que cabe: la del solitario.

Que palabras como infinito, aleatorio, culpa o mérito…son conceptos sólo humanos. Algo que no es poco. Pero que sólo es humano. Como yo. Y eso, por mucho que se empeñen algunos, y aunque sea lo único que tenemos, no es tampoco demasiado. De hecho sospecho que sólo por ser lo único le damos tanto valor. Como tener una sola fuente. Una sola llama. Una sola vida. Qué pasaría si hubiera varias…Adiós al mito. Adiós al Dios.

Que estoy de acuerdo, Fernando, en que no todas las opiniones son respetables.

Que sí, que me preocupa no tener el talento para sacar ahí fuera lo que sin embargo no tengo ninguna duda de llevar dentro. Pero que aprendo intentándolo. Me aproximo a lo que podría ser.

Pero que sí. Que me preocupa.

Y que han quedado muchas cosas por decir, pero que estos puntos hablan de una actitud, como manera de existir. Sin mayor ambición de definición. Y esto es lo que intentaba decir:

Que esta actitud en formación es la que me está formando. La que me define. La que de momento me caracteriza. Y que esto es lo que soy ahora. Y que para comer tendré que definirme, precisarme, marchitarme…pero en contra de lo que llevo más adentro.

¿De verdad no creeis indispensable el que haya alguien tan en medio de todo, tan bueno y tan malo, con tantas cosas a medias?

Alguien cuya producción se utilice como complemento. Como profunda herramienta de comprensión. Como argumento para no dar nada por sentado. Como detector de mentiras, de aproximaciones a la verdad.

Un ser humano que a pesar de vivir, reir y llorar, ir al banco, al mercado y a trabajar, esté siendo descuartizado. Por él mismo. Y en esa actitud asociada a su vida tendrá lugar su existencia. Sin un objetivo marcado. Hasta el momento en que su cuerpo decida no hacer más de soporte a su conciencia. Hasta que llegue un cáncer. O un atentado. O un alzheimer. O un camión.