jueves, 5 de junio de 2008

Traslacion incompleta

( ♪ tommib, squarepusher♪ )
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Una red tendida en el vacío absoluto, y nosotros en ella.
La traslación no se ha completado y nos ha dejado, sin remedio, perdidos.
Con un tiempo limitado, y sin reloj, esperamos inútilmente lo que nunca llegará.

Lost in translation va dejando, como lo hace la vida, todo a medias en cada escena. Y cualquier sensación de plenitud, como pasa en la vida también, es tan sólo un eslabón que corresponde a una incompleta red de cadenas de orden mayor, que se extiende a través de nuestros días. Donde caen cada vez nuestros sueños, donde aprendemos a depositar las ilusiones, por donde se cuela nuestra fluida esperanza.

Y cada vez .......................................soñamos .....................................más débil,
depositamos ................................ilusiones ............................más escuálidas,
y la esperanza .................................se seca ..........................................del todo,


hasta volverse irreconocible.


El título de la película representa sólo la brillante punta de un oscuro iceberg que transmite, aunque no lo explique, lo que uno siente colgado, tendido en esa red.

miércoles, 4 de junio de 2008

Falsa homeopatía casera que funciona

( ♪ Mundo, Clovis♪ )



No me ha sido fácil hacerme con la substancia. Escasea en nuestros días y probablemente siempre haya sido difícil encontrarla en estado tan puro. Pero el esfuerzo por conseguirla ha valido de largo la pena. Aunque debo reconocer que no ha surgido de mí el interés. Que se ha tratado más bien de una tendencia natural, de un dejarme aconsejar y de otra, una más, cadena, de consecuencias imprevistas, ligeramente facilitadas por dosis de atrevimiento y curiosidad.

Llevo dos días colgado de esto. Es genial. Indescriptible. Y ya lo había probado antes.

Voy a clase, voy al trabajo. Aparentemente mi vida es la de siempre, que no es poco, pero tengo que reconocer que no hay comparación. Para bien o para mal.

Pienso en Nietzsche, bonito, gritando en su habitación, agarrándose de los pelos, mientras su hermana conspiraba al otro lado de la pared. Y él escribiendo impulsivamente, vomitando letras, rumiando ideas. Incapaz de soportar el ritmo de su propio y precioso ritmo.

Sin que importe la capacidad o potencia del individuo, relativo sólo a uno mismo, se produce el mismo efecto de acumulación, superposición, encadenación incompleta en el cerebro de obuses lingüísticos, atómicos, líquidos.

Aunque Todo es cuestión de tiempo, realmente, en este estado, la importancia que le otorgo es muy poca. Mi propia voz me repite, interiormente, que sólo se trata de más. De más. De más.

Y empiezo a entender muchas cosas. Y a trazar los caminos a seguir, una vez el efecto haya pasado, para aprender a segregar la substancia a mi voluntad. Me consta que esto es posible.

Todavía no domino mis reservas de la mezcla de ilusión, fuerza, energía y comprensión que componen esta droga que no sé dónde almaceno, ni cuánta me queda ahí dentro, ni a donde puedo llegar con ella.

En cualquier caso la relación calidad-precio-salud-resultado es excelente.

Y me pongo Mundo, de Clovis. Y me repito que este es mi momento, porque este es mi momento. Y sea finalmente grande o pequeño mi mundo (porque al final eso se sabe, se mide y compara con el de los muertos), lo único seguro es que yo, ahora mismo, no podría ser mucho más.

Que sólo estoy llevándome al límite.

Que a parte de no hacer nada,
es la única opción que me queda.